1 ESFUERZO PARA DEJAR DE FUMAR
COMODEJAR DE FUMAR
Decidirse es el principal requisito para abandonar el consumo de tabaco, le sugerimos ocho reglas para conseguirlo:
1.-FIJE UNA FECHA Y CÚMPLALA
Tiene que ser una fecha cercana; no lo deje hasta que los niños crezcan y se den cuenta de que usted fuma. Desde ahora les está perjudicando el humo de sus cigarros y usted misma se está afectando.
Es más probable dejar de fumar de golpe que proponiéndose reducir las cantidades. Piense en las veces en que lo ha intentado, revise por qué no lo consiguió, identifique a quiénes la apoyaron en sus esfuerzos ya que serán de gran ayuda para conseguirlo ahora.
2.-EVITE LAS EXCUSAS
Elimine las ideas como la de que usted no es capaz. Propóngaselo, por usted misma, por su salud física y mental, por su familia, sus amigos y su economía.
3.-CAMBIE LA RUTINA
Recupere las actividades que le gustan; ésas que disfrutaba y que ahora tiene abandonadas. Es un excelente momento para mantenerse ocupada haciendo cosas que le agradan. Le ayudará no sólo a alejar el impulso de fumar, sino también a que su cuerpo comience a desintoxicarse.
4.-PIENSE POSITIVAMENTE
Anote las enormes ventajas que obtendrá al dejar de fumar y cuando sienta que el impulso está a punto de hacer mella en su decisión, léalas y recapacite; dejar de fumar le traerá mayores beneficios.
5.-NO FUME NI UN CIGARRO MÁS
Los primeros días son los más difíciles, porque cuesta trabajo combatir las acciones que están ligadas con el fumar: comer, beber, platicar, concentrase, entre otras. Cuando se han alcanzado varios días sin fumar, se cree que ya se logró vencer el hábito y que, por tanto, fumar un cigarro, nada más uno, no hará daño. ¡Cuidado! Por una sola fumada se recae y, cada vez, el alcanzar la meta se complicará más.
6.-HAGA DEPORTE, MANTÉNGASE ACTIVA
Gradualmente hay que ir incorporando mayor actividad física. Camine unas cuadras y vaya aumentando la distancia día a día. Tiene que ser gradual, así que antes de correr, comience a caminar. Sea cual sea el deporte que inicie, hágalo paulatinamente, por etapas.
7.-BEBA MUCHOS LÍQUIDOS
Se recomienda beber mínimo 1.5 litros de agua al día. El organismo lo requiere para hidratarse. Si no está acostumbrada al agua natural, comience con agua de sabor, sólo que tenga cuidado con el azúcar. Se requiere ingerir más agua, no más azúcar y mucho menos, alcohol. Evite tomar café, porque está asociado con su hábito de fumar, así que cambie a otras bebidas como té o jugos.
8.-CONTROLE LO QUE COME
Evite comer entre comidas y cuide que su alimentación sea equilibrada. El mayor riesgo es intercambiar los cigarros por golosinas o alimentos chatarra, así como no respetar los horarios de su alimentación. Si usted considera que requiere de ayuda para no subir de peso al dejar de fumar, busque a algún profesional.
VENTAJAS DE DEJAR DE FUMAR
CORTO PLAZO
Estarás más ágil, andarás y subirás escaleras sin cansarte, no resoplarás cuando hagas deporte.
Tendrás un gasto menos, y tu presupuesto lo notará.
Recuperarás el sabor de los alimentos.
Tendrás una imagen más sana, y no olerás a humo.
A MEDIO PLAZO
Te mejorará la circulación de la sangre.
Te aumentará la capacidad pulmonar.
Tu piel rejuvenecerá, y los dientes se te verán más blancos.
Dejarás de toser por la mañana.
Podrás hacer aquel viaje con el que tantas veces has soñado, tendrás más dinero sin haber ahorrado.
A LARGO PLAZO
Disminuirá el riesgo de que tengas un infarto. Diez años después de haberlo dejado, el riesgo es comparable al de una persona sana.
Disminuirá el riesgo de que desarrolles cáncer.
Disminuirá el riesgo de que tengas bronquitis crónica.
Cambiarás de coche o de casa, con todo lo que habrás ahorrado sin darte cuenta.
TABACO
Casi ningún fumador comienza a fumar de adulto. Las estadísticas demuestran que aproximadamente 9 de cada 10 fumadores comienzan antes de los 18 años de edad. Algunos adolescentes que fuman dicen que comienzan porque creen que los hace parecer más grandes (y es cierto, siempre y cuando quieras tener dientes amarillos y arrugas).
COMO AFECTA EN CIGARRO EN NUESTRAS VIDAS
No existen razones físicas para comenzar a fumar: el cuerpo no necesita tabaco en la manera en la que necesita alimentos, agua, sueño y ejercicio. De hecho, muchas de las sustancias químicas presentes en los cigarrillos, como la nicotina y el cianuro, son realmente venenos que pueden matar en dosis lo suficientemente elevadas.
El cuerpo es inteligente y se defiende cuando está siendo envenenado. Por este motivo, muchas personas tienen que probar varias veces el cigarrillo para comenzar a fumar: quienes fuman por primera vez, con frecuencia sienten dolor o ardor en la garganta y los pulmones, y algunas personas incluso vomitan las primeras veces que fuman.
Casi ningún fumador comienza a fumar de adulto. Las estadísticas demuestran que aproximadamente 9 de cada 10 fumadores comienzan antes de los 18 años de edad. Otros empiezan porque sus amigos fuman; o simplemente porque así tienen algo que hacer.
Algunas personas, en especial las niñas, comienzan a fumar porque creen que así pueden controlar su peso.
Los fumadores también tienden a realizar menos actividad que los no fumadores porque el cigarrillo afecta su capacidad pulmonar. El tabaco también puede provocar problemas de fertilidad, tanto en hombres como en mujeres, y puede afectar la salud sexual del hombre.
Las consecuencias del tabaco pueden parecer muy alejadas para muchos adolescentes, pero los problemas de salud que provoca el tabaco no son únicamente a largo plazo. La nicotina y las demás toxinas presentes en los cigarrillos, los cigarros y las pipas pueden afectar rápidamente el cuerpo de una persona. Esto significa que los fumadores adolescentes sufren muchos de estos problemas:
- Problemas de piel. Dado que fumar restringe los vasos sanguíneos, puede evitar que el oxígeno y otros nutrientes lleguen a la piel. Es por eso que los fumadores con frecuencia parecen pálidos y enfermos. Un estudio realizado en Italia también relacionó el tabaco con un mayor riesgo de sufrir de un tipo de erupción en la piel llamada "psoriasis".
- Mal aliento. Los cigarrillos provocan en los fumadores una afección llamada "halitosis" o mal aliento persistente.
- Ropa y cabello malolientes. El olor del humo permanece, no solo en la ropa, sino también en el cabello, los muebles y los automóviles. Y, a menudo, es difícil quitar el olor a cigarrillo.
- Menor rendimiento físico. En general, los fumadores no pueden competir con no fumadores porque los efectos físicos del tabaco —como ritmo cardíaco acelerado, menor circulación y falta de aire— reducen el rendimiento en los deportes.
- Mayor riesgo de lesiones y tiempo de curación más largo. El tabaco afecta la capacidad que posee el cuerpo para producir colágeno, por lo tanto, las lesiones comunes en los deportes, como los daños a los tendones y los ligamentos, se curan más lentamente en el caso de los fumadores.
- Mayor riesgo de contraer enfermedades. Los estudios han demostrado que los fumadores sufren de más resfríos, gripe, bronquitis y neumonía que los no fumadores. Y las personas que padecen de ciertas enfermedades, como asma, se enferman más si fuman (y, con frecuencia, basta con estar cerca de personas que fuman). Dado que los adolescentes que fuman para mantener su peso bajo control suelen encender un cigarrillo en lugar de comer, sus cuerpos no cuentan con los nutrientes necesarios para crecer, desarrollarse y combatir las enfermedades adecuadamente.
UNA VEZ QUE SE EMPEIZA A FUMAR ES MUY DIFICIL DEJARLO
Fumar es un hábito muy difícil de abandonar porque el tabaco contiene nicotina, que es altamente adictiva. Al igual que con la heroína u otras drogas que crean adicción, el cuerpo y la mente se acostumbran tan rápido a la nicotina que la persona necesita consumirla para sentirse bien.
Las enfermedades que el cigarrillo es capaz de provocar, como afecciones pulmonares o cáncer, sí provocan pérdida de peso; ¡pero no es una muy buena manera de adelgazar!